El instituto para el Desarrollo Comunitario cuenta, en este momento, con el jardín "Victoria Walsh", en el que asisten niños de 2 a 5 años, comedor nocturno, horno comunitario, cursos de capacitación en oficios, centro de jubilados, mutual de emprendedores y compras comunitarias "La Colmena".

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Idec Jardin Victoria Walsh

lunes, 6 de septiembre de 2010

Las 20 Máximas de Paulo Freire

Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no han hecho
Mi visión de la alfabetización va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado
Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos
Enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo
Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando
Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad
Enseñar exige saber escuchar
Nadie es, si se prohíbe que otros sean
La Pedagogía del oprimido, deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión
Decir la palabra verdadera es transformar al mundo
Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa
El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación
El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas
Solo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre
La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados "ignorantes" son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y por ello son sometidos a vivir en una "cultura del silencio"
Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra
Defendemos el proceso revolucionario como una acción cultural dialogada conjuntamente con el acceso al poder en el esfuerzo serio y profundo de concientización
La ciencia y la tecnología, en la sociedad revolucionaria, deben estar al servicio de la liberación permanente de la HUMANIZACION del hombre.

Pensamiento de Francesco Tonucci


"Los chicos tienen que llegar a la escuela con los bolsillos llenos, no vacíos, y sacar sus conocimientos para trabajarlos en el aula. (...) El trabajo empieza dando la palabra a los niños. Primero se mueve el niño; recién después el maestro. El maestro tiene que conocer lo que saben los niños antes de actuar, porque si se procede antes, seguro hace daño. (...) Si fueran escuchados, los niños podrían llevar a la escuela su propio pensamiento. Lo normal es que un niño que tiene una inteligencia práctica, hábil con las manos y que puede desarmar un motor, para la escuela no vale nada. Vale sólo si sabe elaborar lógicamente datos. Esa clasificación no tiene sentido. Esa actitud selectiva, de que hay pocos lenguajes importantes y de que los demás no valen nada, conducen al niño al fracaso".

jueves, 2 de septiembre de 2010

TESTIMONIO. CURSOS DE CAPACITACIÓN EN EL I.DE.C.


El desafío de aprender y emprender un oficio

Por Gina Verona Muzzio.- A los 55 años, Nora retomó los estudios y realizó varios cursos de capacitación en oficios que ofrece la Secretaría de Promoción Social. Las herramientas que adquirió le permitieron proyectar un micro emprendimiento.
Curso-interna
Por Gina Verona Muzzio
Nora Ojeda nació en Chaco hace 55 años, hace algunos menos que vive en Rosario. Creció en una familia numerosa y tuvo la posibilidad de hacer la escuela primaria y secundaria completa, incluso una tecnicatura en Mecánica Dental. Sin embargo, por distintas razones, no ejerció esa profesión más que aleatoriamente.
Hoy está viviendo una nueva etapa, ya crió, junto a su marido, a cuatro hijos que estudian, trabajan y conformaron sus propias familias. Tiene tiempo y ganas de dedicarse a sí misma y a sus nietos, de construir proyectos propios y de ayudar a otras personas.
Hace algunos años leyó en los diarios que la municipalidad comenzaría a dictar cursos de oficios para mujeres mayores de 35 años. Lo vio como una excelente posibilidad y no dudó en inscribirse. Se anotó en varios.
La mayoría de los cursos a los que asiste, desde 1996 a esta parte, están relacionados a la cocina y la gastronomía. Este año, comenzó junto a otras 30 mujeres el curso de “Panificación, repostería y pasta”, del cual se graduaron aproximadamente diez alumnas. El mismo es realizado por el Área de la Mujer de la Secretaría de Promoción Social municipal y tiene como fin la capacitación de las mujeres en distintas áreas, abarcando un amplio abanico de posibilidades.
“En el curso nos enseñaron a hacer pastas, repostería y panificación. Lo que más me gustó fue la parte de repostería, y algo de panificación. Además mis hijos y vecinos, a los que convidé con algunas cositas, dicen que me salen muy ricas, que debería venderlas”, contó Nora a elciudadanoweb.com.
El curso fue dictado en la primera mitad del año, durante 3 meses, en el Centro Comunitario Victoria Walsh, ubicado en el distrito oeste de Rosario. Este centro está compuesto también por un Jardín de infantes, está integrado al Instituto de Desarrollo Comunitario y desde el año 1998 forma parte del Programa Crecer. Los niños que asisten son fundamentalmente de Villa Banana y Villa La Boca.
Nora es una mujer de fe, por lo que decidió apuntar los conocimientos que adquirió en el curso a ayudar a los que menos tienen. “Si me daban bien los estudios médicos que realicé, me prometí a mí misma y a Dios que iba a usar lo que había aprendido en el curso para colaborar y trabajar ad honorem con la hermana Jordán, para los chicos de Empalme Graneros”.
Cuando fue interrogada respecto a los cursos, Nora respondió: “Me parece que son muy buenos, porque le dan posibilidades a mujeres que por distintas razones no pudieron estudiar, o no trabajaron y ahora necesitan hacerlo. Nos ayuda a salir adelante con herramientas útiles”. Por lo tanto, la emprendedora seguirá capacitándose: “Me anoté en un curso nuevo de cocina que comienza el 3 de septiembre, no veo la hora de empezar”.
Sin embargo, más allá del trabajo que se propuso realizar para la comunidad, tiene un proyecto más grande, que ya está iniciando. Nora está proyectando su propio micro emprendimiento, que constará de la producción en su propio hogar de productos de repostería y panificación. “Quiero hacer medialunas, tortas, lemon pie, roscas y otras panificaciones”, explicó. Y agregó que ya puso manos a la obra para cumplir los requisitos de higiene y salubridad que demanda la municipalidad. “Ya cambié la mesada de la cocina porque vinieron a inspeccionar para sacar la libreta sanitaria y seguiré modificando lo necesario para poder hacer cosas para vender”, detalló.
Pronto, Nora Ojeda será una nueva emprendedora. No importa el tamaño y la envergadura que alcance su negocio, porque será un proyecto propio y eso cuenta más que lo económico o lo comercial. El micro emprendimiento lo llevará a cabo con las herramientas que salió a buscar y que, con ayuda, logró adquirir. Su negocio será producto de su esfuerzo y sus ganas de progresar. Hoy, a los 55 años, Nora está haciendo realidad un emprendimiento que generará importantes cambios en su vida y que demuestra que no importa la edad que se tenga, como ella dice: “Uno puede hacer lo que quiera, lo que le guste siempre que lo haga con amor”.